martes, 9 de septiembre de 2014

MODIFICACIÓN DE LA CARRERA

  Como aspecto inicial, debo aclarar que si bien en la entrada anterior referí la necesidad de incorporar a la carrera materias que permitan profundizar en el conocimiento del derecho, de modo teórico, no es menos cierto que el mercado laboral posee sus particularidades que están lejos de ser modificadas o cuestionadas desde un humilde blog. Por ello, las entradas anteriores operan sin perjuicio de lo que desarrollaré en los párrafos siguientes.
   La mayoría absoluta de las carreras de derecho del país poseen un esquema de estudios similar. Un par de materias iniciales para adentrar al estudiante en la abogacía, cinco civiles, Penal parte general, parte especial, procesales (tanto Civil como Penal), laboral, administrativo (en algunas carreras estas dos materias tienen sus procesales), las internacionales, comerciales (Parte general, sociedades y quiebras) y las prácticas. Al culminar el estudio de grado, quien se recibe ha incorporado aprendizaje general, sabe algo de todo pero mucho de casi nada, salvo que sea un estudiante muy decidido a elegir una rama y haya profundizado en ella paralelamente mientras avanzaba en la carrera.
   El mercado laboral no tiene contemplaciones en estos aspectos, poco le importa la formación "todista" del egresado, por ende quien desee obtener un buen empleo deberá, financiándose como pueda, acudir a posgrados para satisfacer los requerimientos de las empresas o firmas de abogados. En la actualidad, despojado de toda visión utópico romántica de otras entradas, al abogado no le alcanza simplemente con el título de grado (a menos que ejerza en un pueblo o ciudad pequeña) mas deberá adentrarse en una especialización y contar con un nivel avanzado de algún idioma extranjero, ingles de preferencia. Como el médico especialista valúa mejor su trabajo que un clínico, el abogado que atiende todos los asuntos está en desventaja con aquel profesional que escoge una rama y profundiza sus conocimientos, tanto a la hora de afrontar un asunto como de valorar su consulta.
   La propuesta es simple, las carreras de derecho del país deberían modificar sus planes de estudio ofreciendo especializaciones. Los primeros 2 años contendrían la parte general de la carrera, incluyendo Teoría General de Derecho, una parte general de Derecho Civil, Penal, Administrativo, Comercial, Constitucional e incluso Internacional. A razón de 6 materias por año, deberían aprobarse 12 materias del ciclo general para poder elegir una especialidad. El objeto de este ciclo inicial es "empapar" al estudiante en la carrera, para que pueda elegir con fundamentos la rama a seguir.
    Culminado el ciclo General o inicial se abren los abanicos de ramas, así se pondrían a disposición por ejemplo la rama en Derecho Comercial, Civil, Penal, Internacional, Administrativo, Constitucional, por mencionar las que se me vienen a la cabeza en estos momentos. Las universidades diagramarán las ramas según su realidad, por ejemplo una universidad en la Patagonia podrá ofrecer la especialidad "Derecho Minero", una ubicada en plena Pampa húmeda Agrario, y así según las distintas posibilidades. La rama Derecho Comercial deberá preparar al egresado para el mundo de los negocios jurídicos de avanzado nivel, donde grandes sumas monetarias son puestas en juego, incluso entre actores domiciliados en diferentes estados. Su plan de estudios deberá contener no sólo la parte general, además deberá desarrollar con profundidad Derecho de los seguros, de las sociedades comerciales, bancario, de contratos internacionales, de mercado de capitales, de quiebras, de títulos negociables (nacionales e internacionales), de agrupaciones empresariales, contratos sobre recursos naturales, estudios de jurisprudencia y otras tantas que podrían incluirse. La rama Penal además de la parte General podrá incluir una materia para cada aspecto de la teoría del delito, Criminología, criminalistica, estudio particular de distintos tipos de delitos (económicos, por ejemplo), estudios jurisprudenciales, simulacros de juicios orales y oratoria avanzada. Asi, según este esquema, cada rama convertirá al egresado en un especialista que con terminar la carrera de grado estará en las mismas condiciones que un egresado "standard" que haya realizado múltiples posgrados e incluso maestrías.
   Para implementar este pretencioso proyecto se necesitará modificar el plan de estudios en todas las Universidades Nacionales y obviamente, el egresado estará autorizado para actuar en juicios que correspondan a la rama elegida debiendo derivar a otro profesional especialista aquellos casos en los que no se haya especializado. Es restrictivo, pero de algún modo atomizaría de tal forma el mercado laboral que las empresas y firmas de abogados sabrían donde buscar el perfil de egresado que buscan y el propio egresado, si bien limitado en muchos aspectos, sería extremadamente competente en la rama a la que le haya dedicado 3 años de estudio pormenorizado. El profesional especialista vería reducido su espectro laboral pero centralizado de tal modo que no tendría demasiados problemas para conseguir empleo pues no perdería el tiempo requisando donde no puede ejercer e incluso irían a buscarlo por su especialidad, además sus grandes conocimientos en un área específica le permitirían discutir en otra posición sus ingresos futuros.
   La ignorancia o escaso conocimiento en las demás ramas no sería impedimiento si se tiene en cuenta que en la actualidad, aquellos abogados que se hayan perfeccionado en una rama del derecho generalmente no tienen demasiado conocimiento de las restantes, incluso hay abogados que limitan el saber de la rama no elegida a lo aprendido en la universidad y poco más. Cuando se les presenta un caso de un área que ignoran, la derivan a otro profesional especialista. Es decir, el propio mercado ha llevado al profesional a especializarse y yo propongo, simplemente, "oficializar" tal tendencia en los planes de estudios universitarios.
   Visto desde el punto de vista productivo, hay estudiantes que, por ejemplo, son amantes del Derecho Penal, sin embargo en muchas universidades las últimas materias corresponden al Derecho Privado, tornando ese tramo final en una verdadera molestia que, en ocasiones, retrasa el tan ansiado título universitario. Lo mismo ocurre a la inversa en quienes se sientan atraídos al Derecho Privado con las materias correspondientes al Derecho Público. Usé la palabra productivo pues sería mucho más eficiente tener estudiantes que disfruten lo que estudian, a tenor de la rama elegida, y por ende estén menos tiempo en la universidad, en lugar de aquellos estudiantes crónicos que, por no agradarles muchas materias, están durante años "calentando el banco" o "deambulando por los pasillos". De esta manera, los recursos públicos no pagarían por un estudiante que retrasa su carrera en demasía y pronto habrían egresados que con sus ingresos y gastos (gravados por impuestos) financiarían la propia universidad que los ha formado.
    Teniendo en cuenta la universidad cuyo plan de estudios conozco (Universidad Nacional de Mar del Plata), la duración de la carrera sería de 5 años y 1 cuatrimestre, es decir 2 años de formación general y 3 años y un cuatrimestre de formación especial. Lo mismo es decir que habrían 12 materias generales y 21 materias especiales, proporción adecuada para no dejar al egresado sin conocimientos generales pero permitirle acceder a conocimientos especiales muy enfatizados y desarrollados. Quizás podrían agregarse materias generales o, dicho de otro modo, acortarse la parte especial, pero de todos modos la formación en este último aspecto sería más que satisfactoria, incluso "recortando" 2 o 3 materias. Como denominador común, las prácticas profesionales y la incorporación de niveles obligatorios de alguna lengua extranjera terminarían de moldear el esquema propuesto de formación académica.
    Sin hacer un juicio de valor es imposible desconocer la estructura actual del mercado laboral, al menos en el ámbito de las ciudades importantes, la especialidad es, o será en los próximos años, un requisito ineludible para tener éxito profesional. Creo que la universidad es el mejor ámbito de preparación y mucho más efectiva si tal preparación completa opera desde la carrera de grado. A diferencia de otras entradas, lo propuesto aquí es perfectamente asequible, hará falta un amplio debate (como todo lo que se desea hacer por estas latitudes) y, quien sabe, quizás algún día lo aquí propuesto sea una realidad y no la entrada en el blog de un trasnochado.

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