A Messi se lo cuestiona, pero, por qué?. Es por encarnar al sucesor de Maradona, aquel de estatura relativamente pequeña con un físico destinado a enloquecer rivales?. Será, acaso, por el mercadeo relacionado a la figura admirada del rosarino? o, simplemente, es porque cuando alguien es apto para realizar un actividad no cabe, sino, requerirle que su desempeño sea acorde a tal aptitud?. Lionel Messi ha jugado 3 finales importantes con la selección Argentina, la de la Copa América de 2007, donde su juventud e inexperiencia en partidos importantes podía excusar una participación poco feliz, la final del mundial 2014, año desafortunado que comenzó con una lesión, allá por Enero y promedió con una temporada en su club, Barcelona, donde no pudo conquistar ningún título y, finalmente, el colofón de la Copa América 2015, hace pocos días, viniendo de la gloria total y absoluta, hasta indiscutida, con su escuadra europea, con nueva dieta, dicen algunos medios, y un estado físico, como hace años no tenía. En los 3 casos Messi no gravitó, tuvo participaciones espaciadas dignas de alguien a quien se le atribuye ser el sucesor natural del "Dios del Fútbol" pero los partidos, analizados de modo global, quizás con algo de suerte y mucha lambisconería, apenas alcanzarían el aprobado.
Pero aquí estamos en un blog jurídico no cierto?, qué tanta gracia tiene analizar de modo crítico las participaciones de Lionel Messi en las finales disputadas con su selección si no busco un encuadre jurídico o pretendo acercarme a él. Nuestro código Civil no se olvidó de Lionel Messi, y de todos aquellos como él. Así cuando plantee las razones para fundamentar la alta exigencia al "10", creo que una de las preguntas encuentra asidero legal. Cuando alguien es criticado significa que su labor no ha alcanzado a satisfacer al observador promedio, no ha gustado, ha desagradado, incluso. Alguien que no sepa de fútbol podría pensar que Messi no es el único jugador del partido...es lógico, hay 10 compañeros y 11 rivales (12 con el arbitro colombiano, broma) pero Messi es el "apto", aquel cuyo talento clama a gritos puras exigencias de resultados concretos: gambetas, pases en cortada, diagonales con o sin la pelota, desmarques, centros espectaculares, remates al arco y, finalmente, goles, goles y más goles.
Reza el artículo 902 del Código Civil Argentino, que dicho sea de paso, estará vigente por pocos días más: "Cuando mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor será la obligación que resulte de las consecuencias posibles de los hechos.".
Ahí está, desapercibido en el Código, casi como algo obvio aplicable a toda la vida en sociedad que, en éste caso, encuadra en el caso del desafortunado futbolista. Es que cuando un médico tiene una cirugía a corazón abierto es más probable que el análisis de su responsabilidad sea algo más duro y crítico que si la hiciera un abogado. Cuando un futbolista enfrenta un partido y su talento, condiciones, palmarés y toda aquella pompa relacionada a su persona lo pone en la compleja situación de obrar con prudencia (que en el caso en cuestión la relacionaría a viveza) y pleno conocimiento de las cosas (mucho más simple, relativo a la habilidad con la que se desempeña en el juego) las consecuencias que enfrente por su actividad depararán mayores responsabilidades que las de un sujeto menos dotado. A Messi se le puede exigir, incluso jurídicamente, que sea diferente y lo demuestre, pues es su propia pericia y talento quienes cimientan tales conclusiones y cuando tal exigencia no encuentra correlato en los partidos decisivos disputados, es lógico que la crítica que se le efectúa sea mayor a la de cualquier otro jugador de la selección. Incluso utilizando artilugios propios del viejo futbolero podría parafrasear a más de uno diciendo "los grandes aparecen en las finales", como si se aplicara a la perfección la parte del artículo citado que reza "cuando mayor sea el deber...". Qué mejor momento para exigir resultados que en circunstancias donde la exigencia (valga la redundancia) es mucho mayor?.
Lionel Messi será recordado en la historia del fútbol como uno de los más grandes sujetos que tocó profesionalmente una pelota, qué decir tocó, bailó, jugó, gozó a propios y extraños, de todos modos a la fecha y considerando sus inestables participaciones en la selección Argentina no queda más que concluir que como "Leo" está capacitado objetivamente para realizar una actividad con mayor rigor técnico que el resto de los mortales y los resultados alcanzados no condicen con dicha capacidad, es lógico que el nivel de "reprochabilidad" de su conducta sea evaluado bajo un prisma mucho más duro, quizás extremista, que el del resto de los jugadores. Messi no es el único culpable pues hay que analizar las vicisitudes del deporte en equipo, pero es el máximo responsable en cuanto a su poca incidencia en el juego y las altas expectativas que sobre él se depositan, justificadas por cierto. Así que, queridos lectores, cuando alguien pretenda defender a Messi y, quizás solo para llevar la contra, quieran adoptar la posición opuesta, recuerden que el propio Código Civil Argentino dispone en su Artículo 902 una disposición adaptable a la posición que quieran defender. Es todo por ahora.
Messi no jugó como lo puede llegar a hacer, y tampoco le podis pedir que lo haga cuando no siente la camiseta argentina. El hueon se siente español o es un pecho frio de las re mil p*tas. Saludos desde Chile!
ResponderBorrarAgradezco el comentario, no es muy jurídico que digamos pero bueno, el tema puede dar lugar a este tipo de cosas. Claramente no coincido con que se siente español, lo de "pecho frío" puede llegar a discutirse. Un saludo desde Argentina y gracias por comentar.
ResponderBorrarBueno la opinion conjunta de mis compatriotas de la Republica de El Salvador, es que a Messi no lo asisten sus demas compañeros en la seleccion Argentina, por eso decimos cada ves que juega: Messi y la Seleccion Argentina!!!
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